Cuando salgas de tu casa, asegúrate de cerrar con llave, no sólo con el resbalón, porque cualquiera puede abrir fácilmente.

Jamás escondas la llave en el buzón, felpudo, macetas o cajas de contadores, es el primer sitio donde mira un ladrón.

No te relajes porque vayas a volver en media hora, en cualquier momento pueden entrar a robar.

Intenta cambiar levemente tus hábitos y horarios de salida y vuelta a casa. Asegúrate periódicamente que no hay nadie desconocido en las inmediaciones de tu vivienda.

Evita compartir tu sistema de seguridad con amigos o conocidos, es importante que sólo lo conozcas tú y tu familia más cercana.

Intenta mantener las persianas a la mitad, la luz encendida en ocasiones, haz que un vecino de confianza recoja el correo. Asegúrate que tu casa parezca habitada para no tener ningún robo

No dejes en casa documentos o dinero de un alto valor. Si lo haces, guárdalos bien y escóndelos en un lugar secreto que sólo tu conozcas.

Comentar unas vacaciones o una ausencia prolongada en el tiempo por las redes sociales puede ser motivo para que un ladrón planifique un robo en tu vivienda.

Una puerta o ventana blindada o una simple señal de alarma disuasoria puede ayudarte a asegurar mejor tu casa.

Si antes de entrar en tu casa ves alguna ventana rota o un ladrón, no entres, llama a la Policía o a la Guardia Civil. Avisar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es la mejor opción.